¡Sólo Dios!
ESTIMADOS PROFESORES, PERSONAL ADMINISTRATIVO, PADRES DE FAMILIA Y ALUMNOS GUADALUPANOS
En este tiempo difícil y diferente que enfrentamos toda la humanidad a causa de la PANDEMIA nos hemos dado cuenta que ha cambiado nuestra manera de vivir, de ver la vida, de EDUCAR Y FORMAR a nuestros alumnos, ha cambiado, así también esta situación ha repercutido en las familias, en nuestros niños y jóvenes en todos. Es importante primeramente, aceptar esta realidad, y lo más importante, ¿cómo enfrentamos esta situación, con qué actitudes?
Pido a Dios para que no caigamos en el pesimismo, desaliento, impaciencia, desesperanza… acerquémonos más a Cristo que nos dice: Vengan a mí todos los que están afligidos, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana (Mt 11, 28-30); sólo desde una dimensión positiva, trascendente y espiritual, podemos mantenernos tranquilos, con serenidad y en paz con nosotros mismos y con los demás. Es difícil, pero no es imposible.
Agradezco su entrega y donación cada día a través de la nueva modalidad para transmitir, no sólo la ciencia que ilustra, sino un conocimiento amoroso de Dios, como propone el Ideario Educativo de nuestros colegios.
Felicito a quienes continúan con nosotras participando y extendiendo el Carisma Guadalupano, agradezco a quienes por distintas razones ya no están. Dios los bendiga, bendiga su trabajo y a sus familias.
Los invito cada día, a dar gracias a DIOS por esta hermosa vocación de EDUCAR como un don precioso que Dios les confió. Cultiven su personalidad con los verdaderos valores, transmitan con su manera de ser, un estilo, una nueva forma de ser personas, no se desanimen, no tengan miedo de enseñar la VERDAD.
Amen a sus alumnos y enséñenlos a amar a Dios y a sus hermanos, es tarea también de ustedes ayudarlos a adquirir los valores del Evangelio.
También al personal administrativo, intendencia, padres de familia y alumnos, los saludo y animo a ser pacientes ante esta situación, a pedir el DON DE LA PAZ en el corazón para desempeñar cada uno la tarea que realiza: con amor, calidad y responsabilidad.
EN MEDIO DE ESTA PANDEMIA, NO PERDAMOS LA ALEGRÍA DE SABERNOS AMADOS POR DIOS
Que Madre Santa, mujer feliz de recibir a su HIJO JESÚS, sea su modelo e inspiración en la acogida diaria a sus alumnos a través de las redes sociales.
Guadalajara Jalisco, 3 de septiembre de 2020
Con afecto y gratitud
R.M. Ramona Eugenio MARÍA
Superiora General