¡Sólo Dios!

Una gran mujer que vivió para Dios y para los demás

 

Hoy 16 de diciembre de 2020 el Instituto de Misioneras Guadalupanas estamos de fiesta y recordamos con amor a nuestra fundadora, Madre Mercedes Jiménez Urzúa que llegó a las manos del Padre y recibe la corona merecida después de haber iniciado la carrera como los atletas en el estadio: ellos lo hacen por una corona de laureles que se marchita,( 1 Cor 9,25-27) mientras que la Madre Mercedes, corrió por la corona que no se marchita …

Estamos todas invitadas y como hijas a vivir el espíritu de Anonadamiento que ella predicó y vivió,  practicando las virtudes que nos enseñó: prudencia, humildad, amor a Cristo en la Eucaristía y a Madre Santa de Guadalupe, amor a la niñez pobre y desamparada, el orden y la limpieza

Recordemos que cuando tuvo que venir a México, llamada por el Señor Orozco, sentía mucho dejar a sus religiosas solas en tierra extraña y parodió: “Adiós mi chaparrita” de la siguiente manera:

Adiós, hijas queridas

Ya su madre se ausenta

Y aunque de aquí se aleja

No las olvidará.

Allá en Guadalajara,

Nuestra patria querida

A todas y cada una

Siempre recordará.

Allí nuestro convento

Muy cerca del Sagrario

Al Dios Sacramentado

Por todas pedirá.

Eso hará

Detrás de una GRAN MADRE, hay unas grandes hijas… pidamos la gracia de ser GRANDES HIJAS.

Casa General, 16 de septiembre de 2020

Guadalajara, Jal.